
Finalmente se encuentra una de las especies más adorables, pero no solo de lirones, sino de cualquier otro roedor doméstico. El lirón africano también es conocido bajo el nombre de lirón enano o lirón pigmeo, obviamente por sus diminutas dimensiones. Esta especie parece ser la liga perfecta entre una ardilla y un ratón, porque posee características inherentes a cada uno de esos animales.
Como se mencionó, el lirón enano lleva ese nombre debido a su tamaño, que es considerablemente menor al del resto de las especies de estos hermosos roedores exóticos. Su longitud total suele ser de unos 16,5 centímetros; su cuerpo solo puede medir entre 8 y 10 centímetros y la cola un máximo de 5 centímetros. Al ser animales tan pequeños, debes tener en cuenta que los cuidados son más intensos.
Al ser oriundos de África, podrás notar que su pelaje es mucho más fino y delgado que el del resto de los lirones, ya que no le hace falta soportar bajas temperaturas en su entorno natural. El color de su pelaje suele ser blanco, casi gris en muchos de los lirones pigmeos, pero generalmente en su hábitat están sucios para pasar desapercibidos en su entorno. En cambio, en casa si puedes mantenerlos más limpios.
Otra de sus características físicas es que poseen ojos grandes y orejas redondas que sirven en el estado salvaje para movilizarse mejor, pues también son animales nocturnos. Estos también poseen todo el cuerpo cubierto de pelo, inclusive las patas, que por lo general deben ser rosadas bajo el pelaje.
Para diferenciarlos en cuanto al género sexual, lo más fácil que encontrarás será visualizar su zona anal, la más cercana al dorso de su cuerpo. En ella podrás evidenciar que los machos de esta y otras especies de lirones tienen el orificio un poco más largo y grande que las hembras. Estos animales pueden vivir tanto en árboles como en arbustos, incluso en madrigueras, por eso son más versátiles que otros tipos de lirones.