Los mitos más comunes sobre las ardillas

Las ardillas son unas criaturas pequeñas y carismáticas que suelen despertar la curiosidad de las personas. Sin embargo, alrededor de estos roedores se han creado varios mitos que no se ajustan a la realidad. En este artículo, desmentiremos los mitos más comunes sobre las ardillas y aclararemos la verdad detrás de estas creencias equivocadas.

1. Las ardillas transmiten enfermedades

Uno de los mitos más extendidos es que las ardillas son portadoras de enfermedades. Aunque es cierto que estos animales pueden albergar parásitos, como garrapatas o pulgas, no son una amenaza directa para los humanos. Además, es poco frecuente que las ardillas transmitan enfermedades infecciosas a las personas. Siempre es recomendable mantener una distancia segura y evitar el contacto directo con cualquier animal silvestre para prevenir posibles contagios.

2. Las ardillas son agresivas

A diferencia de lo que mucha gente piensa, las ardillas suelen ser inofensivas y evitan el contacto directo con los humanos. En general, son animales tímidos y reservados que prefieren huir ante cualquier amenaza en lugar de enfrentarse a ella. Sin embargo, si una ardilla se siente acorralada o amenazada, puede mostrar comportamientos defensivos, como mordisco o arañazos. La clave está en mantener el respeto hacia estos animales y no provocar situaciones que los hagan sentirse en peligro.

3. Las ardillas solo comen nueces

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Este es uno de los mitos más arraigados sobre las ardillas. Aunque las nueces son parte de su dieta, estos roedores consumen una amplia variedad de alimentos. Su alimentación se basa en semillas, frutas, brotes, insectos y otros recursos disponibles en su entorno. Es importante recordar que las ardillas son animales omnívoros que se adaptan a diferentes fuentes de alimento según la estación del año y la disponibilidad en su hábitat.

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4. Las ardillas pueden volar

A pesar de que algunas especies de ardillas poseen una membrana de piel llamada patagio que les permite planear cortas distancias, es incorrecto afirmar que pueden volar. Estos desplazamientos en el aire son más similares a los de un planeador que a los vuelos propiamente dichos. Las ardillas utilizan su patagio para moverse de árbol en árbol o para realizar saltos más largos, pero no tienen la capacidad de volar como las aves o murciélagos.

5. Las ardillas son roedores sucios

Contrario a la creencia popular, las ardillas son animales bastante limpios. Pasan gran parte de su tiempo acicalándose y cuidando su pelaje. Son meticulosas en su higiene personal y tienen la capacidad de mantener su nido limpio y ordenado. Además, suelen excavar agujeros llamados «salas de dormir» donde descansan y mantienen su espacio libre de desechos. Aunque puedan parecer desordenadas al buscar alimento, su comportamiento generalmente es muy pulcro.

6. Las ardillas son portadoras de rabia

Otro mito bastante extendido es que las ardillas son portadoras de rabia. La rabia es una enfermedad viral transmitida a través de la saliva de animales infectados. Afortunadamente, la rabia en ardillas es muy rara y no es habitual que estos roedores sean portadores del virus. No obstante, es importante no proporcionar alimentos ni interactuar con ardillas salvajes, ya que la mordedura de un animal infectado puede representar un riesgo de contagio.

7. Las ardillas atacan a los pájaros

Existe la idea de que las ardillas son depredadoras de aves y que pueden atacar a los nidos para alimentarse de los huevos o polluelos. Aunque en ocasiones puede ocurrir que una ardilla intente acceder a un nido en busca de alimento, esto no es lo común. En su mayoría, las ardillas y las aves coexisten en un mismo hábitat sin mayores problemas. Estas interacciones suelen ser naturales y no suponen una gran amenaza para las poblaciones de aves.

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8. Las ardillas trepan por las piernas de las personas

Algunas personas creen erróneamente que las ardillas trepan por las piernas de las personas. Sin embargo, esto es muy poco probable y solo podría ocurrir en situaciones excepcionales. Las ardillas son ágiles escaladoras que suelen moverse con facilidad por los troncos y ramas de los árboles. A menos que se sientan acorraladas o en peligro, no suelen buscar el contacto directo con los humanos. Es importante recordar que las ardillas son animales silvestres y no deben ser acosadas o forzadas a interactuar con los seres humanos.

las ardillas son animales fascinantes y valiosos para el equilibrio de los ecosistemas en los que habitan. Aunque han surgido muchos mitos alrededor de ellas, es importante separar la realidad de la ficción. Las ardillas no transmiten enfermedades de forma habitual, no son agresivas, tienen una dieta variada, no vuelan, son limpias, no son portadoras frecuentes de rabia, no atacan a los pájaros ni trepan por las piernas de las personas. Disfrutemos de la presencia de estos pequeños roedores y aprendamos a convivir y respetar su espacio.

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2 comentarios en «Los mitos más comunes sobre las ardillas»

  1. Hola Guillermo
    Felicidades por tu conocimiento de los roedores y por tu página tan llena de información.
    Te quiero preguntar algo. Tenemos dos ardillas que rescatamos desde bebés (macho y hembra) y no queremos que se vayan a reproducir. ¿A cual de las dos debemos esterilizar quirúrgicamente?

    1. Hola Oscar!

      La decisión de cual de las dos ardillas esterilizar quirúrgicamente depende de varios factores. En teoría, se puede esterilizar tanto al macho como a la hembra. Sin embargo, habitualmente en la mayoría de las especies se tiende a preferir la esterilización de los machos debido a que la operación es más sencilla y con menos riesgo para el animal.

      Los procedimientos quirúrgicos en las hembras suelen ser más invasivos y conllevan más riesgos ya que implican la remoción de los órganos reproductivos internos (ovarios, trompas de Falopio y, a veces, el útero). En los machos, la esterilización (castración) es una procedimiento más simple que implica la remoción de los testículos.

      Es importante recordar que tanto la esterilización de machos como de hembras debe ser llevada a cabo por un veterinario especializado en el trato de animales exóticos. Además, antes de tomar una decisión, es importante considerar otros factores como la salud de cada animal, la posibilidad de que se escape uno de los dos y se reproduzca con ardillas locales (lo cual podría presentar un problema de impacto ecológico), entre otros.

      Si tienes alguna otra pregunta, ¡estoy aquí para ayudarte!

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