Las ardillas son una mascota popular entre aquellos que buscan compañía y entretenimiento en un pequeño roedor. Son animales inteligentes, activos y curiosos, lo que las convierte en una opción ideal para aquellos que desean un amigo peludo en casa. Sin embargo, criar y cuidar adecuadamente a una ardilla desde que es pequeña requiere de conocimientos y cuidados específicos. En este artículo, te ofreceremos consejos prácticos para criar ardillas desde pequeñas y asegurar su bienestar en cada etapa de su vida.
Elegir la especie de ardilla adecuada
Existen varias especies de ardillas que pueden ser domesticadas y criadas como mascotas, pero es importante elegir la especie adecuada según tus preferencias y estilo de vida. Las ardillas más comunes como mascotas son las ardillas de tierra, las ardillas rayadas y las ardillas coreanas.
Preparar un hábitat adecuado
Antes de traer a casa una ardilla bebé, es crucial preparar un hábitat adecuado que cumpla con sus necesidades. Debe ser lo suficientemente grande para que pueda moverse libremente, con varios niveles y áreas de juego. Además, asegúrate de proporcionar escondites, ramas, juguetes y una rueda de ejercicio para que la ardilla se mantenga activa y feliz.
Alimentación equilibrada y variada
Una adecuada alimentación es esencial para asegurar un crecimiento saludable y una vida larga para tu ardilla. Opta por una dieta compuesta principalmente de pellets especialmente formulados para ardillas, que aseguren una nutrición equilibrada. Además, ofrece variedad en su alimentación, incluyendo frutas, verduras frescas y ocasionalmente algunos frutos secos.
Socialización gradual
Las ardillas son animales sociables por naturaleza, pero es importante manejar su socialización gradualmente. Al principio, deja que la ardilla se adapte a su nuevo entorno sin forzar la interacción humana. Luego, poco a poco, introduce sesiones de juego y contacto físico para que la ardilla se acostumbre a tus manos y disfrute de la compañía humana.
Proporcionar enriquecimiento ambiental
El enriquecimiento ambiental es fundamental para mantener a una ardilla feliz y estimulada. Proporciona juguetes interactivos, como laberintos o rompecabezas de comida, para que la ardilla pueda ejercitar su mente y gastar energía. Además, haz rotaciones periódicas de sus juguetes y muebles en el hábitat para mantenerla interesada y evitar el aburrimiento.
Proveer atención veterinaria regular
Es esencial que tu ardilla reciba atención veterinaria regular para mantener su salud óptima. Busca un veterinario especializado en animales exóticos o pequeños roedores y programa visitas regulares para chequeos, vacunas y cualquier otro cuidado necesario. No olvides también mantener la higiene del hábitat, limpiando regularmente su jaula y proporcionando agua fresca diariamente.
Establecer rutinas de entrenamiento
Entrenar a una ardilla desde pequeña puede ser un proceso divertido y gratificante. Establece rutinas de entrenamiento diarias para enseñarle comandos básicos, como sentarse o venir cuando se le llama. Utiliza recompensas, como golosinas o caricias, para motivar a la ardilla y refuerza positivamente sus acciones.
Proporcionar ejercicio diario
Las ardillas son animales muy activos, por lo que necesitan ejercicio diario para mantenerse saludables. Dedica tiempo a jugar con tu ardilla y bríndale oportunidades para correr y trepar. Puedes crear un espacio seguro en tu casa donde la ardilla pueda explorar bajo supervisión y disfrutar de tiempo al aire libre en un área cercada y protegida.
Respetar su naturaleza nocturna
Es importante recordar que las ardillas son animales nocturnos. Esto significa que son más activas y juguetonas durante la noche. Respeta su ritmo de actividad y evita interferir en su descanso durante el día. Proporciona un lugar tranquilo y oscuro donde la ardilla pueda dormir sin interrupciones.
Educarse sobre su comportamiento y necesidades
Por último, pero no menos importante, es crucial educarse sobre el comportamiento y las necesidades específicas de las ardillas. Investiga sobre su lenguaje corporal, comportamiento natural y cualquier signo de enfermedad o malestar que debas estar atento. Cuanto más aprendas sobre estos adorables roedores, mejor podrás cuidar y criar a tu ardilla desde pequeña.
Guillermo Román es un reconocido especialista en roedores domésticos. Desde una temprana edad, demostró un gran interés por estos animales y se convirtió en un experto en su cuidado y manejo. Con estudios en biología y zoología, Guillermo ha investigado y compartido sus conocimientos a través de conferencias, talleres y libros sobre la crianza responsable de roedores domésticos. Su enfoque práctico y sensible lo ha convertido en una figura destacada en este campo.