Como su nombre indica, estas ardillas rojas o ardillas comunes, son ejemplares caracterizados por su inconfundible pelaje rojizo y orejas largas con mechones de pelo en las puntas. Generalmente, tienen una longitud de entre 40 y 50 centímetros y pesan alrededor de 30 gramos. Aunque son originarias de Europa, también se pueden encontrar en algunas partes de Asia y América del Norte, siendo España, Portugal y Francia los países donde su avistamiento es más común.

Habitat de las ardillas rojas

Las ardillas rojas son animales forestales que prefieren hábitats de bosques de coníferas, aunque también pueden adaptarse a otros entornos. Encontrar un lugar amplio para trepar y refugiarse es fundamental para su supervivencia ya que, por lo general, viven en las copas de los árboles estableciendo nidos de hojas y ramas.

Comportamiento de las ardillas rojas

Llena de energía y agilidad, la ardilla roja se muestra como un animal diurno y muy activo durante gran parte del año. Aunque se pueden mostrar sociables, también son territoriales con otros miembros de su especie, sobre todo en la época de cría.

Alimentación de las ardillas rojas

Estos roedores omnívoros tienen una dieta que se compone principalmente de semillas de árboles, aunque también pueden incluir en su alimentación frutas, bayas, hojas, hongos e incluso insectos y pequeños vertebrados. En otoño, suelen almacenar comida en varios lugares para sobrevivir durante el invierno.

Reproducción de las ardillas rojas

La temporada de cría para las ardillas rojas comienza en invierno y puede durar hasta principios de verano. Generalmente, las hembras pueden tener dos camadas al año, con una cantidad promedio de tres crías por parto. Estas crías nacen sin pelo y ciegas, dependiendo completamente de su madre durante las primeras semanas de vida.

La ardilla roja como mascota

Aunque se pueden ver a las ardillas rojas en parques y espacios naturales, no se recomienda tenerlas como mascotas. Su comportamiento nervioso y activo, sumado a sus necesidades de espacio para trepar y correr, hacen que no sean aptas para vivir en un hogar común.

Disminución de la población

La población de ardillas rojas ha disminuido en zonas donde la ardilla gris, una especie invasora, ha sido introducida. Además, la deforestación y la alteración de sus hábitats naturales son una amenaza constante para estas ardillas.

Conservación de la ardilla roja

Existen múltiples proyectos que buscan asegurar la supervivencia de la ardilla roja. Y también, como individuos, podemos ayudar conservando y cuidando los ecosistemas naturales, no alimentándolas cuando se encuentran en espacios urbanos y no robando crías para tener como mascotas.

Las ardillas rojas son animales maravillosos y esenciales para mantener el equilibrio de los ecosistemas forestales. Su presencia es un claro indicador de la salud de nuestros bosques y su importante papel como dispersoras de semillas es fundamental para la regeneración de muchas especies de árboles.

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